Suelo pélvico

El suelo pélvico es una parte de nuestro cuerpo muy compleja ya que en un espacio reducido encontramos un conjunto de pequeños músculos, vísceras pélvicas, ligamentos y fascias encargadas de funciones tan importantes como la continencia urinaria, fecal o de gases, la función sexual y la función reproductiva. Una alteración en cualquier estructura de nuestro suelo pélvico puede dar lugar a una anomalía  en cualquiera de las funciones anteriores.

Muchas son las dudas que las mujeres tienen sobre el Suelo Pélvico, siendo en ocasiones un gran desconocido hasta el momento que reciben las clases de preparto, donde se toma conciencia de la importancia que tiene y porqué hay que prestarle una especial atención.

A lo largo de los años ha habido un cambio importante en la población femenina (que en otro momento no hubiera sucedido por vergüenza, miedo, desconocimiento…). Hoy en día, la mujer se preocupa por las consecuencias que conlleva el no tener un Suelo Pélvico tonificado y elástico, como son según dicen las estadísticas, que:

  • El 30% de las mujeres presentan incontinencia tras el parto.
  • El 50% de las mujeres embarazadas tienen hemorroides.
  • El 45% de las mujeres padecen incontinencia urinaria.

En el caso de la mujer, un solo embarazo y parto puede ser causa suficiente de lesión en estas estructuras y de alteración de varias funciones.

Seguro que la mayoría de los que leáis este artículo estaréis más familiarizados con la fisioterapia traumatológica y entenderéis que tras una cirugía, por ejemplo, de rodilla, es imprescindible el tratamiento fisioterápico para la recuperación de los tejidos, para disminuir el edema, recuperar la movilidad articular, potenciar la musculatura que estabiliza esa rodilla y que de manera secundaria se ha debilitado, tratar la cicatriz…

Ahora pensemos en un parto, al que la musculatura del suelo pélvico ya llega debilitada por el embarazo:

  • Las articulaciones de nuestra pelvis se “abren” para poder dejar pasar al bebé.
  • Las vísceras pélvicas han cambiado su tamaño y posición para adaptarse al volumen del bebé durante el embarazo, se ven “aplastadas” por el bebé.
  • La musculatura del suelo pélvico se estira de una manera espectacular para poder permitir la salida del bebé a través de ella y se debilita aún más.
  • En ocasiones queda una cicatriz en la musculatura (episiotomía o desgarro) que puede quedar adherida o dolorosa y que afecta a la función o tono del músculo en el que se encuentra.
  • Las vísceras pélvicas tras el parto pueden quedar descendidas debido al esfuerzo en la fase expulsiva y a la laxitud de los tejidos que las mantenían en una posición correcta.

Por lo tanto, al conocer estos cambios físicos, podemos entender la importancia de tratar estas estructuras tras el parto y de normalizar sus funciones para evitar a corto o largo plazo la aparición de secuelas como la incontinencia urinaria, fecal o de gases, prolapsos (descensos de  vísceras pélvicas), alteración en las relaciones sexuales (anorgasmia, dolor..)

 

Desde la FISIOTERAPIA podemos ayudar a revertir muchas de las complicaciones que pueden aparecer tras dar a luz.

 EL POSTPARTO ES EL MEJOR MOMENTO PARA LA PREVENCIÓN

 

 

Recomendaciones para el postparto:

 

  • Evitar estreñimiento
  • No utilizar prendas ajustadas o apretadas
  • No realizar abdominales tradicionales ni deportes de salto o de impacto sin haber recuperado correctamente la musculatura del suelo pélvico o haber sido valorada por parte de un especialista. Piensa que estos ejercicios someten al abdomen y al suelo pélvico a un aumento de presión que no están en condiciones de asumir. Un fisioterapeuta especializado te podrá aconsejar respecto a las prácticas deportivas y enseñarte a realizar Gimnasia Abdominal Hipopresiva.
  • Evitar el coito durante las 6 primeras semanas. La práctica de juegos, masajes y estimulación genital sin penetración sería lo más indicado en esta etapa. Es igual o más placentero y probablemente menos incómodo en el postparto hasta que tu vagina esté más preparada. Interesante el uso de lubricantes.
  • Fortalecer y normalizar la musculatura del suelo pélvico. Acude a un Fisioterapeuta especializado si no sabes cómo realizarlo de manera correcta.
  • Es interesante una valoración del estado de nuestra musculatura abdominal y la detección precoz de la Diástasis abdominal (separación de los músculos rectos abdominales tras el embarazo). Una alteración a este nivel puede afectar también a la función del suelo pélvico (Disfunción abdómino-pélvica).
  • Proteger tu suelo pélvico ante situaciones de hiperpresión, contrayéndolo ante los esfuerzos.

 

LA RECUPERACIÓN POSTPARTO NO ES SÓLO PREOCUPARTE DE VOLVER A ENTRAR EN TUS VAQUEROS PREFERIDOS. ACUÉRDATE DE TU SUELO PÉLVICO.